Creatividad e innovación corporativa: dualidad como proceso de trasformación en el mercado
En la actualidad, la crisis del coronavirus (COVID-19) ha precipitado el cierre de muchas empresas, debido a escenarios de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Así, las empresas con la capacidad de potenciar habilidades, tales como la creatividad e innovación, encontrarán una segunda oportunidad para permanecer abiertas, sobrellevar e incluso, mejorar su situación. Pero, ¿de qué manera lo podemos lograr?
Durante los últimos meses, el contexto socioeconómico y sanitario ha marcado la tendencia —ya asumida por empresas y personas más visionarias—, donde esos dos conceptos son la clave para hallar la solución a los nuevos retos.
Por tal motivo, la creatividad e innovación no se pueden dejar al margen en las empresas, pues dichos elementos contribuyen al potenciamiento comercial, el crecimiento económico, el empoderamiento de las marcas, los productos, los bienes y servicios de las compañías y fomentan la incursión en nuevos mercados.
Aunado a lo anterior, es necesario estimular dichos conceptos e incentivarlos en todos los aspectos. No sólo entre los puestos directivos o en el departamento de innovación, sino desde todos los empleados de la organización, para que las ideas provengan de la amplia variedad de áreas porque aportarán mucho más valor al contar con la sólida experiencia de la plantilla laboral en donde se involucran toda clase de procesos.
Asimismo, la creatividad e innovación, en conjunto cobran mayor eficacia siempre y cuando sean potenciadas de manera colectiva, es decir, mediante una relación dicotómica. Por ello, definamos estos conceptos.
¿Qué es la creatividad? Es una habilidad propia de los seres humanos para la generación de ideas y soluciones a problemas con el fin de ofrecer diferentes interpretaciones o salidas a realidades socioeconómicas, sociales y contextuales diversas. En cambio, la innovación es el proceso en el cual, a partir de una idea, invención o reconocimiento de una necesidad, se desarrolla un producto, técnica o servicio útil hasta que sea comercialmente aceptado.
Es necesario que las empresas procuren una filosofía de gestión creativa e innovadora (Figura 1) la cual les permita desarrollarse, tanto vertical como horizontalmente, para lograr una cadena de valor altamente competitiva y diferenciadora. Ahora, veremos una serie de recomendaciones con el fin de estimular y fomentar la creatividad empresarial:
Avanzando en el tema, una vez realicemos lo anterior, debemos saber la manera en cómo llevar la innovación a la práctica. Para tal fin podemos implementar los siguientes puntos:
- Generar nuevos productos, servicios o procesos.
- Crear nuevos mercados, es decir, conquistar mercados que la empresa todavía no atiende.
- Promover un espíritu pionero. Esta suele ser una tarea realizada por los directivos y fundadores al potenciar la creatividad de sus empleados.
- Promover técnicamente la acción pionera: Es una labor realizada por ingenieros o directivos de marketing con gran experiencia, sólidos conocimientos y espíritu innovador.
Ahora bien, ¿por qué es importante incentivar ambos conceptos en paralelo? En primer lugar, al tener creatividad sin innovación, por lo general, las ideas parecieran quedarse guardadas en un cajón porque muchas veces no son llevadas a la práctica. Por otro lado, al contar con la innovación, pero no con la creatividad, tendemos a colocar productos o servicios al mercado sin cambios disruptivos.
Entre otras cosas, destacamos que esta dualidad debe estar presente en el ámbito corporativo porque:
- No podemos medir la creatividad, mientras que la innovación es analizable cuantitativa y cualitativamente.
- Equipos multidisciplinarios con empleados creativos son capaces de tomar mejores decisiones y encontrar soluciones originales a todo tipo de problemas empresariales.
- Cada uno de los empleados de una empresa tienen su propia perspectiva de las cosas. Y la creatividad radica, no sólo en la suma de todos ellos, sino en la multiplicidad exponencial de sus visiones, apoyadas unas en otras.
- Para resolver un problema, hay que reorganizar de forma creativa los elementos conectando soluciones, las cuales normalmente veríamos separadas.
El proceso innovador en la actividad corporativa
Las empresas no se pueden quedar siempre con la misma capacidad productiva al elaborar los mismos productos con las mismas características. De tal manera, el mercado demanda el rediseño de los negocios, cosa que les permitirá crecer en todo aspecto. Una de las formas de conseguir ese objetivo es por medio de la innovación.
En este sentido, las compañías saben que si innovan pueden alcanzar una ventaja competitiva. En resumen, generan per se un hecho diferencial ante sus competidoras, cuestión que les hará ganar clientes y mayor espectro en el mercado, ya que la cuantía de las ventas es uno de los indicadores básicos de que el producto, la estrategia, la organización, etc., están al día.
Cuando nos referimos a innovación no estamos focalizando los cambios solo a nivel tecnológico, sino que se puede llevar esta práctica a muchos aspectos y áreas de la empresa. Por ello, podemos distinguir cinco tipos de innovación:
- Modelos de negocio o gestión: adopción de nuevas maneras de percibir a los clientes a partir de nuevas formas de generar valor. Un ejemplo sería el desarrollo de un sitio web online, que permite a los clientes operar por Internet desde cualquier lugar, sin desplazarse a la oficina de la empresa, y supone una nueva forma de obtener clientes.
- Procesos: implementación de nuevos (o mejores) procesos de fabricación, logística o distribución. Un ejemplo de este caso lo hallaríamos en una empresa la cual innova en su proceso de producción, con diseños a la medida de las aplicaciones de sus clientes, sin stock ni costos de almacenamiento.
- Mercado: aplicación de nuevos métodos de marketing, incluyendo mejoras significativas en el diseño meramente estético de un producto o embalaje, el precio, de distribución y la promoción. El paso de comercializar los productos a través de Internet supone un cambio en la distribución del producto y, por tanto, un buen ejemplo de innovación de mercado.
- Producto o servicio: introducción en el mercado de nuevos (o significativamente mejorados) productos o servicios. Por ejemplo, empresas de tecnología donde constantemente se lanzan al mercado nuevos productos.
- Organización: nuevos métodos organizativos en el negocio (gestión del conocimiento, formación, evaluación y desarrollo de los recursos humanos, gestión de la cadena de valor, reingeniería de negocio, gestión del sistema de calidad, etc.), en la estructura del trabajo y/o en las relaciones hacia el exterior. Por ejemplo, empresas que externalizan la gestión de personal (nóminas, contratación, etc.) contratando gestorías para eliminar costes.
Al margen de los tipos de innovación expuestos, cuando se implementa con éxito un producto o un proceso, a esta innovación se le denomina innovación radical, y cuando el producto o proceso es significativamente mejorado en el mercado o en la empresa, se le llama innovación incremental.
12 pilares de la innovación corporativa
Ahora, explicaremos a fondo algunos conceptos elementales en el proceso de innovativo con el fin de conocer las bases en las organizaciones y empresas mediante los siguientes postulados:
Fomentar la participación creativa
Las probabilidades de éxito se maximizan con la participación proactiva de todo el personal de una empresa.
Gestionar la creatividad es un arte, no una ciencia
Cuando valoremos una idea o propuesta, es indispensable tener en cuenta el esfuerzo y dedicación de la persona o área que la propone.
La innovación corporativa es un medio, no un fin
La innovación no es una moda o un fin en sí mismo. Actualmente las empresas con mayores éxitos utilizan la innovación como medio para resolver sus problemas.
La innovación debe estar al servicio de la estrategia
La innovación tiene mejores resultados cuando se pone al servicio de la estrategia. Esto implica vincular los focos de innovación con los principales objetivos y KPI de la empresa.
Lo que no se mide, no se gestiona
Es relevante medir los resultados que generan los nuevos productos, servicios, procesos y negocios. Pero también es relevante medir las capacidades que generan estos resultados: cultura, sistemas de gestión, estrategia. Todo plan de acción debe basarse en la evidencia.
Cualquiera puede innovar
Un error común es pensar que las ideas deben venir de los departamentos de innovación, ingeniería o desarrollo. Las soluciones innovadoras pueden venir de cualquier área de la empresa. Muchas veces proviene de los mismos operadores que ven en el día a día los problemas y oportunidades.
La diversidad es explosión creativa
Nada menos disruptivo que un equipo con las mismas personalidades, las mismas profesiones, los mismos estilos de vida. La diversidad es un detonante de creatividad, de generar soluciones integrales que contemplen diseño, negocio y tecnología.
El tiempo es el principal cuello de botella de la innovación
Muchas veces el problema no es la falta de ideas sino la incapacidad para ejecutarlas. Si no existen profesionales dedicados a desarrollar ideas y proyectos, la innovación llega tarde, mal y, en el peor de los casos, quizás nunca.
No hay innovación sin inversión
Invertir en innovación es arriesgar inteligentemente. No hay apuestas seguras, pero grandes resultados requieren inversiones sostenidas en el tiempo.
La innovación es un aliado de la transformación digital
Sin innovación, la transformación digital corre el riesgo de limitarse sólo a la compra de tecnología. Las ventajas competitivas se logran incorporando tecnología de forma innovadora, con foco en las necesidades de los usuarios.
La receta del éxito es combinar velocidad y perseverancia
Tener paciencia, aprender avanzar desde el ensayo y el error. La inversión en capacidades se ve en el mediano y largo plazo.
Innova o muere
En un contexto cada vez más dinámico, quienes no innoven van a desaparecer. No puede haber innovación si lo que te mueve es el temor a lo nuevo.
En conclusión, la creatividad e innovación no sólo son alternativas reales para aumentar las posibilidades de desarrollo empresarial, sino que, constituyen dos estrategias fundamentales para diseñar políticas y planes capaces de llevar a la empresa a ser más eficiente y versátil.
Su inclusión en la vida operativa de las industrias lleva a ampliar las oportunidades de extender el portafolio de servicios-productos y, como resultado, pueden afrontan de una forma dinámica los cambios vertiginosos presentes en el mundo empresarial globalizado, cambiante y en algunos momentos en crisis como el que atravesamos hoy día.
Finalmente, mediante la relación inherente de estos dos elementos, es posible posicionar las marcas de las organizaciones comerciales en diferentes contextos y mercados. Con lo cual, se potencia el valor comercial concreto y puede resultar viable garantizar la sostenibilidad de las organizaciones.
Los comentarios aquí expresados son responsabilidad del autor y no reflejan la posición de Autmix Industrial Group.
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